sábado, 28 de diciembre de 2013

Pacific Rim, convencional y palomitero blockbuster de robots contra monstruos.

   Algo que me deja completamente perplejo son unas bastante buenas críticas que han puesto por las nubes el último largometraje de Guillermo del Toro, Pacific Rim. Claramente empezaré por el argumento, unos monstruos que nos presentan como Kaijus, empiezan a aparecer del fondo del mar, para combatir estos monstruos utilizarán los Jaegers, robots gigantes que necesitan dos pilotos para ser tripulados... bueno, pues a pesar de todos los personajes planos y tramas secundarias que, inútilmente, de algún modo solo tratan de embellecer el guión; amigos... aquí no hay nada más que ver que mamporros entre robots y monstruos, y efectos especiales a porrillo. Todo esto, claro está, acompañado de un apestoso sabor patriota y sensacionalista americano (¿que le ha pasado a del Toro, vendiéndose así a los yankees?).

  Evidentemente, no todo el protagonismo se lo llevan los robots. Los dos científicos locos quizá sean lo peor que podía ofrecernos Pacific Rim, y digo quizá porque más adelante aparece el último careto que esperaba ver en la película... anda, no jodas ¿es ese Santiago Segura? Pues sí, ya lo que me faltaba... vamos a ver, de verdad ¿qué aporta su presencia aquí? Absolutamente nada, ni humor, ni trama, ni nada. Menos mal que no tardan en cargárselo. Y a pesar de todo otros cameos si que no están tan mal, como el de Ron Perlman (aunque solo sea para realzar su estrellato), pero ni eso arregla el desastre de película.
  Analizando situaciones y escenas, los Jaegers no dejan de sorprenderte, porque cuando uno de ellos ha soportado una brutal paliza por un Kaiju y de repente se saca una espada dices '¡ah guay! el as en la manga que tenía desde el principio pero no me salía de los huevos sacar para hacer el combate más emocionante y tal ¡claro que sí!'. O cuando uno de ellos se estropea a base de hostias y sus dos tripulantes, padre e hijo, exclaman algo así como "sólo podemos hacer una cosa"... esa cosa consiste en subirse a la cabeza del robot y dispararle unas bengalas al gigantesco bicho, sí... bengalas. No lo hemos liquidado con un robot gigante pero seguro que unas bengalas lo tumban en vez de cabrearlo más, no te jode.

  Infumable. Después de ver Pacific Rim uno piensa ¿es esto lo peor que ha hecho Guillermo del Toro? Y sí, seguramente sí.

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