El juego acontece de principio a fin en las diferentes instalaciones del manicomio y solamente contaremos con una cámara de vídeo con función de visión nocturna (que deberemos usar muy a menudo, debido a que exploraremos zonas donde reinará una oscuridad absoluta), eso quiere decir también que no podremos defendernos físicamente frente a los enemigos, lo que nos obligará a librarnos de ellos huyendo o escondiéndonos. Sin embargo no deja de ser dinámico y no se hace en ningún momento pesado, añado también que puedes pasártelo en una o dos tardes.
Desde el primer momento en el que entramos en el manicomio, después de ser atacado por un recluso muy imponente llamado Chris Walker (con el cual nos cruzaremos más de una vez a lo largo del juego), nos acompaña una atmósfera gráfica y técnicamente muy bien llevada a cabo que todo survival horror debería tener a su manera... ruidos, portazos, susurros de los reclusos y demás cositas que le dan muy mal rollete a uno; y a parte de los 'ingredientes atmosféricos', por llamarlos de alguna manera, nos llevaremos más de un susto, ya sea al abrir una puerta o al estar cruzando un pasillo, por ejemplo. Esto ya realza notablemente el juego, ya que no todos los survival horror son tan dignos de saber asustar y hacérselo, de algún modo, pasar mal al jugador.
El apartado gráfico está también muy bien llevado a cabo, con un decorado muy trabajado en el que no faltan los charcos y manchas de sangre y los cadáveres mutilados, tanto de los funcionarios como de los reclusos.
A lo largo del juego nos cruzaremos con diversos personajes, la mayoría de ellos reclusos... muchos de ellos son pacíficos, como el padre Martin Archimbaud, personaje religioso que evitará que huyamos del manicomio pero en cierto modo nos ayudará a descubrir la verdad detrás de la trama. Sin embargo otros (los variantes, mutados por los experimentos a los que han sido somentidos) querrán hacerte la vida imposible, por lo que deberemos tratar de evitarlos... entre ellos están el imponente y enorme Chris Walker que recuerda misteriosamente al Nemesis de Residen Evil 3, el doctor Richard Trager, quien dedica su tiempo libre a capturar y mutilar a diferentes pacientes; o The Brothers, dos variantes gemelos de apariencia más humana que el resto, y que aparecen normalmente de forma más calmada e inteligente, y en muchas de las situaciones en las que nos cruzamos con ellos podemos escuchar sus conversaciones en las que conspiran para matarte de forma lenta y dolorosa... vamos, que en el manicomio lo que se dice buen rollo no hay.
También recogeremos diversos documentos, la mayoría de ellos de análisis de los experimentos a pacientes, experiencias y demás, que poco a poco nos ayudarán a entender la trama.
No hablaré más de la cuenta del final del juego, pero sí diré que sorprende, y además crea cierta polémica que podría hacernos pensar quizá en una futura secuela. En cualquier caso debe jugarse para saber de que hablo. Aquí os dejo un tráiler muy currado.
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